viernes, enero 30, 2009

Oráculo

"hasta un reloj parado da la hora correcta dos veces al día" - Eduardo Sarmiento

No se porque siento que esta frase tiene un gran potencial dentro de la nueva edad media,

martes, enero 27, 2009

Los Pobres Gatitos Marinos

Save a Sea Kitten: Eat Veggie Sushi

El valor de la vida ha sido un problema constante durante la historia de la humanidad, y por lo tanto entenderlo dentro de la nueva edad media es preciso para comprenderla mejor. Un largo, larguísimo camino tomo al hombre para que dejase de matarse con sus congéneres en masa y de manera sistemática. Aunque de eso algo vemos todavía, es ya reconocido como una ocurrencia menor.

Esta transformación ha estado mediada por la valoración de la vida en sí misma, como algo que debe ser conservado y protegido por sobre cualquier cosa. De allí se desprende la ley humanitaria y muchos de los nuevos problemas abordados por la ética - pienso ahora en la bioética para ser precisos.

Era apenas de esperarse que este movimiento entusiasta por la vida terminara por extenderse a otros tipos de vida distintos a la humana. Digo que era de esperarse por que desde siempre el humano ha estado acompañado en su habitat con seres vivos, especialmente animales, mamíferos en su mayoría, con quienes a través de la costumbre llega a un nivel de intimidad tal que se se vuelven incluso miembros de su familia. Calígula es uno de los más mentados ejemplos, pero creo que no hace falta buscar más para entender este punto.

Sin embargo, mientras la gente permaneció conectada al campo y tuvo que matar para alimentarse - o por lo menos estarcerca del proceso - el equilibrio de la relación cariño-sacrificio se mantuvo estable. Pero una vez que más y más personas se desconectaron de los medios básicos de supervivencia, sin necesidad de salir de la ciudad ni de saber de sacrificios para alimentarse, fue posible que algunos humanos cayeran en shock al enterarse sobre la manera como llegaban los alimentos a sus mesas.

Esto no es de por sí algo malo, y muchas de las iniciativas para la minimización del sufrimiento de los animales han ayudado a avanzar en la sociedad conciencia sobre los ciclos de vida en la tierra. Además, algunos hasta han encontrado que los animales mejor cuidados saben más bueno. Pero algunos, en su indignación terminan demonizando el consumo de cualquier animal, y se valen de estrategias incluso anti-éticas para hacerse escuchar.

Esta dislocación de valores, esta aberración, es una cara de la nueva edad media.

Todo esto porque una de estas asociaciones (PETA - Gente por el Trato Ético de los Animales) ha iniciado una campaña para desincentivar el consumo de pescado, dado el trato inhumano que el hombre le da a estos, los "gaticos del mar". Por si aún no lo creen, sí, ahora los peces son gaticos de mar, y comérselos es de lo más anti-tierno.

No valen argumentos de historia, biología o nutrición. Investigaciones sobre la importancia de los ácidos grasos del pescado y el desarrollo cerebral no tienen peso, hay que inculcar la empatía con los peces para que nos duela comernoslos - Homero Simpson lo vivió comiéndose a tenazas, pero parece que lo superó. Lo anti-ético del asunto es que la campaña está evidentemente diseñada para niños, una estrategia rastrera que apela a la maleabilidad o susceptibilidad de estos miembros de la sociedad para modificar los comportamientos; asunto este que ha causado constante controversia en campos como el de la publicidad para juguetes y relacionados.

Afortunadamente, esta gente pertenece a la 'élite' mundial - es decir, países en desarrollo - y por tanto significa más pescado disponible para los que requieren del precioso aporte de sus macro y micro nutrientes. Lo malo es que donde lleguen a convencer a suficiente gente, pueden llegar a imponer legislaciones, tergiversando las escalas de valores del resto de mortales - la amenaza de medianía.

En fin, si los vegetales se quejaran tendríamos que comer piedras.

sábado, enero 24, 2009

Un chiste pésimo


una canción de venganza

A tono con las celebraciones de temporada, reflexionar sobre el racismo en la vida cotidiana no vendría nada mal. Una de las prácticas más comunes y que la gente tiende a ver con inocencia se trata de los chistes. No he leído teoría psicológica alguna al respecto, pero me da la impresión que como otras prácticas que nos confrontan con nuestros tabús, los chistes tienen inherentes en sí el doble filo de hacernos reir de nosotros mismos, o de arraigar viejos prejuicios. Sí las personas no acostumbran a hacer una reflexión ética de sus vidas, creería yo que es un poco más de lo segundo.

Este asunto tan serio viene a cuento a partir de un chiste que escuche en la niñez; ese en el que se pregunta por qué no hay negros albinos. Pues la semana pasada salió en el Economista esta terrorífica respuesta: no hay porque los médicos brujos los utilizan para hacer amuletos. Nada más tarantiniano.

Kill the Witch Doctor.

Algún día escribiré esa historia...

domingo, enero 18, 2009

Ex 'para' gay puso tutela para vestirse de mujer en la cárcel

Al llegar a [la cárcel de] Chaparral volvió a restablecer el contacto con la madre y sus hermanos -el papá lo rechaza por ser gay- a quienes no veía hace 12 años, justo cuando descubrieron su homosexualidad.


En medio de todas las complejidades del conflicto colombiano, sólo quería resaltar, por ahora, que el padre de este sujeto no lo dejó de querer porque fuera un criminal, un asesino, sino por afeminado.

Quizá por ahí es que falla la cosa,

martes, enero 13, 2009

La Foto del Siglo

Desde algún rincón prohibido del cyber-espacio...

martes, enero 06, 2009

2.690 muertos en accidentes absurdos se registraron durante 2008, 7 casos diarios en promedio

Empezamos el año del buey como toca, con las pezuñas, con brío.

¿Cuáles serán los accidentes absurdos?
¿Cuál el criterio de clasificación?
¿Se llevan listas separadas de victimas según la absurdidad del accidente?

Sería bueno echarle un ojo al criterio, podría ayudar a clasificar titulares.

panÓptiko

P.D. Resultó que la columna es tanto y más de lo que me esperaba. Acá las respuestas a mis inquietudes:

Un accidente absurdo es, desde la perspectiva más general, todo accidente que no sea de tránsito, aunque en varios lugares de la columna se les asocia casi exclusivamente con los accidentes caseros.

De acuerdo con la columna, es absurdo caerse desde una gran altura, mas en el caso de los ancianos

hay una sutil diferencia: los mayores mueren o salen gravemente afectados porque se caen desde su propia altura
Eso de caerse de su propia altura es de las cosas más sorprendentes que he escuchados

Lo segundo más absurdo es ahogarse, ya sea por atragantamiento (sic) o sumergirse en un líquido. Tal vez para reforzar la idea de la absurdidad, se incluye el caso de una niña que cayó en una olla de consomé.

La absurdo también es una cuestión de género, porque son los hombres los que más hacen cosas absurdas. Sin embargo, dentro de los lugares más peligrosos del hogar aparecen las cocinas - ese espacio inhóspito - lo que no concuerda con la cultura tradicional.

La sección sobre los mayores - auque la verdad todo está mezclado, y uno no sabe si están hablando de muertos, heridos, viejos, viejas, niños - es para enmarcar:

En el caso de las personas de la tercera edad, dice Medicina Legal, influye profundamente el interés que tienen por sentirse útiles a pesar de que algunas de esas actividades los pongan en riesgo.
(Ahí debe estar el problema del país, que sólo hasta viejo se siente interés por ser útil)
Ellos, dicen los que conocen el tema, insisten en realizar actividades como arreglar tejas o cuadrar antenas en los techos y así se anotan en la lista de víctimas de accidentes fatales.
¿Y quiénes son los que conocen de tema? ¿No era que se caían desde su propia altura?

Sorpresa: los accidentes caseros, que en su mayoría afectan a los hombres, suceden en mayor proporción los fines de semana.

Bueno, por lo demás los consejos de protección están de rechupete, sobre todo el de:
Controle permanentemente las actividades de los menores, en especial, cuando están usando juguetes fáciles de tragar o están cerca a medicamentos.
Este, ahora sí, parece un reflejo de la mentalidad de la patria: hay que controlar al niño, en lugar de levantar las medicinas, estas parecen empotradas.

El último arranque de absurdidad está en el tono alarmista-indignado de los profesionales, que salen a salvaguardar la seguridad de la población con con volantes para los estratos 1 y 2. Esto mientras que añaden que lo del hijo de Jhon Travolta posiblemente fue un accidente absurdo en la bañera. Se quedará esperando el volante.

(Fíjense que en ningún momento se se caracterizó que los accidentes estuviesen relacionados con el estrato de las víctimas. Pero claro, ya sabemos quienes son los absurdos...)

En fin,

lunes, enero 05, 2009

Brille el nuevo año con luz propia

El espectáculo de luces de Sendai, EXCLUSIVO de fin de año

Hacia el trece de diciembre la avenida Jozenji, la más septentrional de las que comprenden el centro de Sendai, se prende en las noches para animar la crudeza del invierno. Los árboles del corredor vial de tal vez un kilómetro de distancia, que tres cuartas partes del año pasan entre el verde y el amarillo, por dos semanas se ven colmados de lucecitas para colorear las noches, cuando estas son más largas. El resultado es un agradable y emotivo paisaje de fin de año, atestado a reventar de locales y turistas.

La iluminación es ya una institución de la ciudad, y con el tiempo se han ampliado y sofisticado sus características. No sólo comprende la avenida Jozenji, sino que también las plazas de la alcaldía y el parque frente a la gobernación, ambos justo al este de la vía, se adornan en luces multicolor, y se prestan para las ventas callejeras de comidas, bebidas, dulces y chucherías. Al extremo oeste, una vieja locomotora a vapor que sirve de juguete a los niños también resplandece abigarrada. Además, dado que aunque todos querríamos estar preentes en la inauguración, esto es a todas luces imposible, cada cierto tiempo todo vuelve a la oscuridad habitual por una media hora, para así regalarle a todos un poco de la magia del encendido.

Acompañantes tradicionales y modernos salen al paso de la iluminación. Las ventas de papa asada se distinguen desde lejos por el constante pitar de la olla a vapor en que se cuecen desde tiempos immemoriables. Claro está que en los carros de papas más moderno, con un sistema más eficiente de cocción, mediante un altavoz y la grabación del pitido mantienen vivo el ícono sonoro de su existencia. La avenida Jozenji es cruzada hacia la mitad de su recorrido por la avenida Kokubuncho, dónde se ubica la zona rosa de la ciudad. Así que por momentos las luces propias de sus hermosas habitantes se asoman y resuenan con el paisaje, arrastrando a más de uno hacia sus puertas, donde es muy probable que se les vayan las luces.

También está la camioneta cuatro por cuatro conducida por un santa clouss degado, iluminada como requiere la ocasión, desde la que grita vitores en algún lenguaje oscuro, que se confunde con la música de villancicos anglo-sajones. Hay triciclos aerodinámicos, maniobrados por émulos de alguno de los rangers de moda, que ofrecen a niños, jóvenes, adultos o ancianos, la oportunidad de dar un paseo mágico entre los árboles, cambiando la turba de gente por el trancón de carros. Claro que hay momentos en que los rangers hacen gala de sus superpoderes y meten sus triciclos por los andenes, esquivando peatones y cerrando coches, no por combatir algún temible enemigo, sino por alcanzar la meta de clientes.

Este año instalaron un pista de patinaje para que la gente se despabilase un poco. La entrada era gratis pero el alquiler de los patines tenía un módico coste. Al parecer la demanda sobrepasó la capacidad del escenario, y desde afuera no se veía mucho hacia donde podían moverse los deportistas y curiosos que se lanzaban al hielo. Sin embargo se movían, en otra muestra cotidiana de coordinación nacional. También se habilitó desde el año pasado el segundo piso descapotado de un bus para ofrecer una ronda de lujo. Por una no tan módica suma, los dichosos pasajeros podían observar el evento unos cuatro metros más cerca de las estrellas. El capricho parecer estar muy en boga entre los buscadores de patrones escondidos en las geometrías forestales, entre los adictos al detalle y los que adolecen de fuertes defectos visuales. Pero aún resta por constatar si los trancones de ida y de venida, en el frío decembrino, no destiñen el recuerdo.

No es ajeno el espectáculo a los agüeros. Dicen las malas lenguas que quien va con su pareja a ver el peyento - que así se conoce, derivado del inglés pageant - de seguro termina. Pero dice Hiroko, una experta en el tema, que dado que las personas van sin falta a ver las iluminaciones cada año incluso antes de empezar a tener parejas, y que la persona promedio (?) tiene varias relaciones sentimentales antes de casarse, es natural que el número de parejas que terminan después del peyento sea mucho mayor que el número de parejas que continuen (¡se podría decir lo mismo de Monserrate!). Si se le suma lo compremetedor de las fechas - regalo de navidad y visita a los padres de año nuevo, lo que en Japón puede casi que equipararse a promesa de matrimonio - y la cercanía del San Valentín - temporada oficial para una nueva relación - la teoría coje más fuerza. Como puede verse, la iluminación da incluso para profundos análisis socológicos.

Un último detalle de crueldad corona el espectáculo máximo del fin de año sendaireño, que congrega a habitantes de toda la región noreste, Tokio incluida, y que reafirma su condición de metropolis japonesa. Quizá no sea crueldad sino fría racionalidad económica. Incluso puede haber un profundo sentido filosófico de oriente, que escapa a los ímpetus festivos del resto de mortales. El caso es que toda la magia, todo el candor, toda esta euforia de luces, minifaldas, risas y colores, se apaga súbita e irreversiblemente, el 31 de diciembre a las doce cero cero.

Brille el nuevo año con luz propia,

panÓptiko

P.D. Feliz cumpleaños, bella Bibi